Figuras retóricas
Introducción
Las figuras retóricas o figuras literarias son recursos del lenguaje que usan de forma original o poco frecuente las palabras para potenciar su significado o realzar su belleza interior. En esta investigación se abordarán las figuras más importantes que son: Metáfora, Símil, Hipérbole, Personificación. etc. además de la importancia que tienen a la hora de redactar un texto de cualquier tipo, así mismo dando ejemplos y su aplicación de cada una de ellas. En este apartado encontraras los orígenes a de las figuras retóricas así mismo los autores que impulsaron las figuras.
Origen
El origen de las figuras retóricas se puede localizar en la Antigua Grecia. En este periodo, los retóricos griegos desarrollaron diversas técnicas para embellecer el lenguaje y crear efectos emocionales o estéticos en el lector o el oyente. Las figuras literarias han surgido a lo largo de la historia de la literatura debido a la necesidad de los escritores de dar un mayor énfasis a sus mensajes, de crear imágenes más vívidas en la mente del lector y de despertar emociones más intensas. Estas figuras se han ido incorporando se han evolucionado a medida que la literatura también lo ha hecho, así los distintos movimientos literarios y culturales que han surgido a lo largo del tiempo.
Un escritor que empleó las figuras retóricas de manera intencionada fue el poeta griego Homero, autor de la Ilíada y de la Odisea, ya que como Homero se servía de figuras retóricas de comparación y de metáfora para describir a los personajes, así como las situaciones de sus historias.
Otro escritor que participó en el desarrollo de las figuras retóricas fue el filósofo griego Aristóteles, que fue el responsable de la elaboración de la obra Retórica. En esta obra, Aristóteles estudiaba las diferentes técnicas que podían utilizarse para realizar la persuasión de cualquier receptor con miras a convencerlo de la existencia de un determinado argumento, donde por figuras retóricas definió la antítesis, la anáfora o la silepsis.
Así, a medida que pasaron los siglos, las figuras retóricas se fueron evolucionando y fueron una de las herramientas fundamentales para cualquier escritor; grandes autores de la literatura universal como William Shakespeare, Miguel de Cervantes o Federico García Lorca se apoyaron en las figuras retóricas que enriquecieron el uso de la belleza del lenguaje y la fuerza expresiva de la palabra.
Las figuras retóricas son una forma de expresarse adornando el lenguaje. Con el uso del léxico ordinario, se pretende crear una emoción en el interlocutor. Esta emoción puede exteriorizarse en risa, tristeza, añoranza, sobresalto, admiración, etc.
Las figuras literarias se alejan del intento de expresar algo concreto, con el fin de otorgarle a la idea un sentido mayor.
La importancia de las figuras retóricas es crucial porque, en el lenguaje, nos permiten comunicar de una manera más rica y expresiva. Son herramientas que utilizamos para dar vida a las palabras, crear imágenes mentales y hacer que el mensaje sea más atractivo y memorable.
En el caso de la literatura, las figuras retóricas hacen que el autor embellezca su obra y le permiten expresarse de una forma más coloquial y más fácil de entender para el lector. Las figuras retóricas no solo embellecen el lenguaje, sino que también lo hacen más poderoso. Nos permiten comunicar de una forma más creativa, emocional y profunda, haciendo que el mensaje llegue más lejos.
las figuras retóricas se utilizan para para expresar una idea poniéndole un mayor énfasis. Una persona la puede emplear para exagerar un punto de vista, con el fin de llamar la atención de su receptor.
¿Quién no ha expresado alguna vez en su vida te lo he dicho mil veces o algo parecido? Expresiones como esta manejan la figura retórica, ya que se da por hecho que no se ha dicho tantas veces. En este caso, la exageración que empleamos hace referencia a la hipérbole.
Fuera del lenguaje cotidiano, donde más ejemplos encontramos de figura retórica es en la literatura. Especialmente la poesía es el género rey que más recurre a ella. La razón es sencilla: dentro de un verso el poeta debe expresar mucho más que palabras. El resto de los géneros literarios no se quedan atrás, sobre todo, por la riqueza que supone para el lenguaje.
Las figuras retóricas posibilitan al escritor expresar emociones que impacten en la sensibilidad del lector. Del mismo modo, el periodismo recurre a ella para provocar un sentimiento. El marketing también se ha hecho con ellas, pues las utiliza para captar la atención del público a través de la emoción.
Clasificación
Ahora bien, las figuras retóricas se clasifican en dos grupos: el primero es el de las de dicción y el segundo el de las de pensamiento. Estas dos clasificaciones tienen un uso distinto y, por lo tanto, características diferentes. Las de dicción son aquellas que se centran en la forma en que están construidas las palabras o frases, es decir, se basan en la elección de las palabras y su disposición. Modifican la expresión sin cambiar el significado del mensaje. Y las de pensamiento son aquellas que se basan en el significado de palabras o frases para expresar de manera especial pensamientos e ideas.
Conocer estas clasificaciones nos ayuda a analizar textos y discursos, así como a mejorar nuestra propia comunicación, haciendo que sea más clara y efectiva.
Tipos de figuras retoricas
Asíndeton y polisíndeton es una figura literaria que consiste en la omisión de las conjunciones de un texto con el fin de facilitar la viveza y dinamismo de aquello que se quiere expresar. En lugar de las conjunciones aparecen comas que cumplen la función de nexos, como en los siguientes versos de Lope de Vega:
Desmayarse, atreverse, estar furioso
áspero, tierno, liberal, esquivo
Antítesis o contraste es la oposición de una palabra o enunciado a otro cuyo significado es lo contrario (blanco - negro, amor - odio, vida - muerte), de manera que ambas ideas o conceptos quedan contrapuestos:
Los niños van por el sol
Aliteración: repetición de sonidos consonantes para generar musicalidad y enfatizar ideas.
Ejemplo: tres tristes tigres comían trigo en un trigal. Un tigre, dos tigres, tres tigres.
Elipsis: omite elementos lingüísticos para sugerir significados implícitos.
Ejemplo: Por una mirada, un mundo;
por una sonrisa, un cielo;
por un beso... ¡yo no sé
qué te diera por un beso!
Hipérbaton e hipérbole: alteran el orden de las palabras o exageran la realidad para impactar al lector.
Ejemplo: Te quiero hasta el infinito y más allá.
Metáfora: establece una relación de semejanza entre dos elementos para transmitir significados más profundos.
Ejemplo: el tiempo es oro, Los jóvenes son el futuro, Está en la flor de la vida.
Onomatopeya: imita sonidos reales para crear efectos sensoriales.
Ejemplo: “Bang” para describir un disparo.
“Boom” para una explosión.
Paradoja: une ideas contradictorias para expresar conceptos complejos.
Ejemplos: "Si quieres paz, prepárate para la guerra."
Personificación o prosopopeya: atribuye características humanas a seres inanimados o irracionales.
Ejemplos: la jirafa y el gusano hablaban y cantaban para celebrar su amistad.
Reiteración o anáfora: repite palabras al inicio de versos u oraciones para enfatizar conceptos.
Ejemplo: La luna vino a la fragua
con su polizón de nardos.
El niño la mira, mira,
el niño la está mirando.
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